viernes, 21 de enero de 2011

Desengaño

Creí, que este cosquilleo que de nuevo me recorría la espalda, sacudiendo a su paso todas las entrañas, era su amor, que en bocanadas de azulado aire, hasta el corazón llegaba. Me confundí, de bruces dí con la crueldad de sus palabras. Ni amor, ni pasión, ni nada de nada.
Á.S

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